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PAPAVIEJOS DE ALMERIA

¿Sabrías decirnos de dónde viene el nombre de Papaviejos?

Pues este curioso nombre es porque su principal ingrediente es la patata, ni más ni menos…

Es un dulce típico de Almería, unos bollos fritos muy esponjosos y que antiguamente se consumían el “jueves lardero” (último jueves antes de Semana Santa). Sin embargo, hoy en día podemos encontrarlos por la zona durante todo el año.

Cuenta la historia que, para las fiestas en las que debían agasajar a los comensales con dulces y en tiempos de escasez, se vieron en la necesidad de utilizar otros productos sustitutivos. Se implantó el uso de la patata como complemento para postres y dulces. En tiempos de hambruna, se sustituía la escasa harina existente por la patata.

Éste dulce es transmitido de generación en generación, por lo fácil que se elabora y sus ingredientes están en todas nuestras despensas habitualmente.

Es muy parecido al clásico buñuelo de viento pero mucho más jugosos por dentro. Están exquisitos solos o acompañados de un buen chocolate caliente.

Los ingredientes que necesitamos son de lo más sencillo.

350 gramos de patata

400 gramos de harina (peso aproximado)

500 ml de leche

5 huevos grandes

100 gramos de azúcar

2 sobres dobles de Gasificante “El Tigre”

Ralladura de limón

Una cucharadita de canela en polvo

Una pizca de sal

Aceite para freír (a tu elección, girasol u oliva suave)

Para el rebozado:

Azúcar

Canela en polvo

Para su preparación:

  • En primer lugar pela y lava bien las patatas. Procede a cocerlas. Después aplástalas con un tenedor y reserva.
  • En un recipiente pon, los huevos, la leche, el zumo de medio limón, la canela y el azúcar. Mezcla bien todos los ingredientes.
  • A continuación, y poco a poco, añades la harina, el gasificante y una pizca de sal, sin dejar de remover. Cuando tenga una consistencia espesa pero no dura, deja de añadir harina (ya habíamos comentado que la medida es relativa).
  • Pon una sartén honda con abundante aceite a calentar y añádele la corteza del limón.

Papaviejos de Almeria. 2

  • Toma una cuchara como medida y vas introduciendo en el aceite caliente. Procura no llenarla demasiado, podrían golpearse unos con otros. Dales la vuelta cuando estén dorados por abajo.
  • Cuando estén dorados por los dos lados, colócalos en una fuente con papel absorbente.
  • Prepara una mezcla con el azúcar y la canela y rebózalos bien.

La costumbre es comerlos templados pero, si se enfrían no te preocupes, están igual de deliciosos…

 

bizcocho

Si hay una receta que para un fanático repostero nunca pasa de moda, es la del bizcocho clásico de yogur; ese bizcocho tierno y esponjoso que no necesita más ingredientes que los de la receta tradicional, la de toda la vida. Y de eso precisamente, de sabores de toda la vida, El Tigre sabe, y mucho.

Y no importa eres principiante o si estás pensando en tirar la toalla en el mundo “bizcochil” porque no encontrarás otra receta más sencilla que esta. ¿Te animas?

Vamos con los ingredientes:

– 1 yogur natural o de limón.

– 1 medida del vaso del yogur de aceite de girasol o de oliva muy suave.

– 2 medidas de azúcar.

– 3 medidas de harina de trigo.

– 3 huevos.

– 3 sobres dobles de gaseosa El Tigre.

– Ralladura de limón.

– Mantequilla (para engrasar el molde).

Y ahora sí, con todos los ingredientes listos y pesados con exactitud (la pastelería es una ciencia exacta, amigo, olvida el “a ojo” como medida válida), ¡vamos con el paso a paso!

  1. Precalienta el horno a 180º arriba y abajo.
  1. En un bol grande bate con unas varillas eléctricas los tres huevos y el azúcar. Después, añade poco a poco el aceite y el yogur y mezcla hasta que estén todos los ingredientes bien integrados.
  1. Incorpora la harina y los sobres de gaseosa El Tigre tamizados (la mayoría de los mortales lo hacemos con un colador, tranquilo) y sigue mezclando hasta conseguir una masa de textura fina.
  1. Añade la ralladura de limón. En este paso, también puedes echar aroma de vainilla o canela en polvo y quedará delicioso.
  1. Engrasa un molde untándolo con mantequilla. Vierte la mezcla y hornea durante unos 35 minutos a 180º. Pero ya sabes, cada horno es un mundo.
  1. Comprueba que el bizcocho está hecho pinchando un palillo en el centro. Si sale limpio, ya está listo. Si no, hornea unos minutos más y repite la prueba; el palillo no engaña.
  1. Una vez horneado, déjalo templar dentro del molde, sin dejar que se enfríe del todo. ¡Y listo para hincarle el diente! Un bizcocho casero que nunca debe faltar en tu casas.

Y para rematar la elaboración, desde El Tigre te damos tres trucos rápidos para que tu bizcocho no sufra torturas ni se convierta en una especie de mazacote incomible:

– No se te ocurra abrir el horno, al menos durante las 2/3 partes del tiempo de cocción.

– Utiliza harina de trigo común, nunca esas mezclas que añaden impulsor químico. Solo harina y El Tigre, por su lado, hará el resto 😉

– Si al incorporar los huevos, separas las claras de las yemas, la esponjosidad de tu bizcocho se triplicará. Da más trabajo, sí, pero tus invitados te lo agradecerán.

¡Que aproveche! 😉