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Este es nuestro segundo paseo por Madrid, y con él acabamos nuestra serie «Ultramarinos, qué lugares» de la capital. Como ya sabéis, aquí algunas de las mantequerías y tiendas de ultramarinos centenarias sobreviven pese al auge de las grandes superficies. En la entrega anterior os hablamos de Mantequerías Andrés, en el Paseo de los Olmos, Hijos de Lechuga, en la calle Mayor y de Bartolomé, en el número 2 de la calle Sal. Hoy os presentamos otros dos comercios de toda la vida.

El primero ocupa el lugar que en su día ocupo Casa Varona, dedicados a la alimentación desde 1877, en la plaza de Matuta. El futuro de la Mantequería Cabello, igual que muchos comercios de este tipo, también pasa por la especialización en productos de calidad. Tiene fama de ser el lugar donde están las mejores legumbres de toda España. Los restaurantes con los cocidos y fabadas más famosos, como Casa Lucio o Viejo Madrid, compran aquí los productos. Infinidad de botes de todo tipo, trufas negras o pollo al curry con arroz cuidadosamente etiquetados conviven en perfecta armonía con latas de los mejores ahumados, ventrescas y algún que otro tesoro más.

Con los años los productos que venden han ido cambiando pero si hay algo que sigue caracterizando a esta tienda es tener productos que casi nadie o nadie más tiene. «Cuando no existían las grandes superficies, había mucho más trabajo», lamenta Mario Cabello, actual propietario. «En 500 metros a la redonda, podías encontrar 30 o 40 tiendas como ésta. Hoy sólo quedo yo». Otra de las curiosidades de la tienda que llama la atención de muchos clientes es la colección de latas de cerveza y espejos que el hermano de Mario, Ángel, ha dejado en las paredes.

El bisabuelo de Miguel Ferreros, el dueño actual de Los Ferreros, fundó junto a su hermano una tienda de ultramarinos en una de las calles de acceso a la Plaza Mayor, la mayor zona comercial de la época. Este curioso comercio se transformó de ultramarinos en carnicería, volviendo a convertirse tiempo después en la tienda de alimentación que es hoy. Actualmente vende quesos, fiambres, vinos, azafrán y algunos otros productos típicos de España, enfocado sobre todo al turismo de la zona. «Antes se trabajaba más. Había más clientes, más movimiento y más restaurantes a los que suministrábamos el género. Eso ha cambiado», comenta Miguel. «Ahora subsisto por el turismo, gracias a la situación que tengo. La clientela de barrio cada vez es más pequeña».

Ha pasado más de un siglo desde que se fundó la tienda y han cambiado muchas cosas, pero el local sigue manteniendo algunos de los muebles y piezas originales. En la trastienda se conserva una cámara frigorífica con puertas de madera, todavía en uso, un reloj de pared y una pequeña oficina desde donde se controla todo y se hacen las cuentas.

Los pequeños supermercados y los establecimientos de los chinos abiertos en las zonas antiguas de Madrid durante los últimos años han hecho mucho daño a este tipo de comercios. Pero siguen luchando para defender su espacio en el comercio tradicional de Madrid.

Sin la incorporación del Reino de Granada en el siglo XV, nuestra historia se habría quedado incompleta. En todos los lugares me han querido mucho, pero ya sabéis que mi historia con el sur, es una historia de amor. Un idilio que viene de lejos, y con un sabor especial: “Lo que no se arregla con gaseosilla El Tigre, es mortal de necesidad”. Hoy nos detenemos en la Ruta de los Nazaríes, que se dedica precisamente a los protagonistas de tan importante capítulo, concretamente, a su paso por Úbeda. Os presentamos el blog de cocina Gastroandalusí.

Se trata de un blog que no crece gracias a un solo cocinero. En él podemos encontrar la sabiduría de tres generaciones de recetas, y descubrir, a través de ellas, el origen y la evolución de esta peculiar familia. Estos son sus miembros:

Mama Manola, orgullosa abuela de cinco nietos y el corazón de Gastroandalusí. Luis S.G., apasionada de las plantas y la flores, representa el carácter y la fuerza del blog. Ramón, que es la base, el muso y el espíritu de este blog. Además según leemos, es el probador oficial de las recetas. Al frente de todos ellos, está el sentimiento y la sensibilidad de Gastroandalusí, Conxy Jiménez.

Roscos de vino de marcela, ilustraciones recetas

Además de las riquísimas recetas, lo que tiene este blog de particular son las ilustraciones con las que la propia Conxy las acompaña. En su blog nos cuenta que comenzó desde pequeña a dibujar en un cuaderno los bocetos de las recetas y viajes de la familia, y ahora comparte todo eso con sus seguidores en las redes.

Nosotros en particular, nos quedamos con los papajotes dulces de Jaén y con los tradicionales roscos de vino, al estilo Marcela. Un saludo desde aquí y enhorabuena por el éxito.

 

 

 

 

 

Ya está aquí 2017 y volvemos con nuestra serie «Ultramarinos, ¡qué lugares!», donde repasamos los comercios más típicos de nuestra historia a lo ancho de España. En esta ocasión, nuestra serie de ultramarinos y mantequerías nos lleva a la capital, Madrid. Y es que en sus barrios podemos encontrar una gran cantidad de comercios centenarios. Por las calles de Madrid, entre farmacias, pastelerías, restaurantes… se cuentan hasta más de 100 locales centenarios, patrimonio histórico y cultural de la ciudad. De ellos, cuatro se corresponden con estos pequeños comercios de toda la vida dedicados a la alimentación que tanto nos gustan.

En el número tres del Paseo de los Olmos nos encontramos con la mítica Mantequería Andrés.  Precisamente tres son las generaciones que hay detrás de esta casa fundada en 1870. Andrés de las Heras lleva más de 6o años en el lugar. Primero como dependiente del antiguo dueño, y desde los años 70, como propietario. Aunque a sus 72 años sigue cada día al pie del cañón, son sus hijos Andrés y José Luis los que llevan el tinglado.

 «Antes, las tiendas como la nuestra eran como los supermercados del barrio. Aquí se hacía la compra del día. Ahora hemos tenido que especializarnos mucho en productos que no se encuentran en las grandes cadenas. Gracias a eso mantenemos la clientela. Algunos, después de tantos años viniendo, son como de la familia», cuenta Andrés.

Santiago Gallo, apodado «Lechuga» llega a Madrid en 1840 y abre en la Calle Mayor número 51 su negocio de abastecimiento de carne. Además de servir a grandes hoteles como el Ritz o el  Palace, la gran calidad de sus productos le convierten en proveedor de la Casa Real. Tras muchos años y alguna que otra reforma, es Onorio Gallo quien cada día sigue despachando carne de la mejor calidad.

tienda

Bartolomé, en el número 2 de la calle Sal, es el local más antiguo de los cuatro. 180 años de antigüedad, ni más ni menos. Empezó como una carnicería, y ahora se mantiene como una tienda gourmet de productos españoles de  la mano de 8 hermanos. Tradición y calidad.

Los cambios de hábitos en el consumidor han obligado a especializarse a estos comercios de alimentación centenarios. La fórmula es dar la mejor calidad del producto tradicional español al mejor precio. En la próxima entrega, seguiremos con nuestro particular repaso a la capital. Continuará…

 

 

bollos

Habitualmente llamados simplemente “Suizos”, su origen data de mediados del siglo XIX y son típicos de nuestra capital, Madrid. Empezaron a servirse en el mítico Café Suizo, lugar de encuentro y tertulias, tan típico de la época.

Se trata de un tipo de bollo, elaborado con una sencilla masa brioche y característico por su ranura superior rellena de azúcar en polvo y cristalizado.

Con forma de media esfera, son muy sencillos de preparar y no dan apenas trabajo. El resultado son unos exquisitos pastelitos de leche, que puedes comerlos solos, rellenos con algo dulce (chocolate, mantequilla o mermelada) o también, con ingredientes salados (Jamón York o cualquier otro fiambre).

Para su elaboración, hemos añadido nuestro gasificante para que adquiera una textura más esponjosa y, con una gran ventaja; se hornea inmediatamente después del amasado, sin tener que esperar los largos procesos de levados como en otros tipos de masas. Además, se prepara con ingredientes muy básicos y económicos.

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500 gr de harina

120 gramos de azúcar

100 gr de mantequilla a temperatura ambiente

2 huevos

1 huevo más para pintar la masa

200 ml de leche

2 sobres dobles de gasificante “El Tigre”

Una pizca de sal

1 huevo más para pintar la masa

Azúcar humedecido con unas gotas de anís para la cobertura.

¡Vamos con la preparación!

· En un bol grande añades la mantequilla, la harina, los huevos, la leche (templada), y los sobres de gasificante “el Tigre”. Mezcla bien.

· A continuación incorpora el azúcar, una pizca de sal y amasa hasta que adquiera una textura elástica con todos los ingredientes bien integrados. Si crees que lo requiere, puedes añadir un poco más de harina (con precaución), si hay demasiada podría perder esponjosidad.

· Después del amasado, separa en pequeñas porciones de aproximadamente unos 50 gramos. Forma unas pequeñas bolas y reserva en una bandeja de horno cubierta de papel vegetal.

· Realiza un corte en la parte superior en cada uno de ellas, pinta toda la superficie con huevo batido y añade una porción (generosa) del azúcar ya humedecido con el anís, en cada una de la ranuras.

· En primer lugar hornea unos 5 minutos a 220º y a continuación, baja la temperatura a 200º. Retira pasados unos 7 u 8 minutos, o hasta que estén dorados.

· Deja enfriar sobre una rejilla…

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Y ya tienes listos tus Suizos caseros, una deliciosa receta de lo más tradicional…

Y para los más peques, mini bollitos rellenos con lo que más les guste, dulce o salado. Sin duda, hará las delicias de todos.

tarta-de-queso

Esta deliciosa tarta de queso y chocolate, con el sabor dulzón de la Crema Irlandesa Baileys, será tu postre estrella. Verás cómo no quedan ni las migas.

Y que no se te olvide, ¡sólo apta para adultos!

A todos los adictos a los quesos, les encantará esta cremosa receta con una base de galletas Oreo, la mezcla de quesos y una gruesa capa de chocolate por encima. “El Tigre” le aportará la textura esponjosa perfecta que necesita, y a la que estamos siempre habituados gracias a su producto estrella, el sobre doble de gasificante.

Puedes probar con distintos tipos de chocolate, con leche, blanco…según prefieras. Hoy lo vamos a preparar con chocolate negro.

¡Está delicioso!

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Los ingredientes para la base son:

Unas 20-24 galletas Oreo 

5 cucharadas de mantequilla sin sal y a temperatura ambiente.

Para el relleno de queso:

250 gramos de queso blanco en crema (tipo Philadelphia).

200 gramos de queso Mascarpone.

160 gramos de azúcar.

150 gramos de harina.

4 huevos.

30 gramos de mantequilla.

1 sobre doble gasificante “El Tigre”.

100 cc de crema irlandesa Baileys.

Una pizca de sal.

Y para la cobertura o ganache de chocolate:

175 cc de crema de leche.

300 gramos de chocolate negro.

Instrucciones

· Precalienta el horno a 200 grados.

· Tritura bien las galletas Oreo, mezcla con la mantequilla y vierte la pasta en un molde redondo. Hornea unos 8 minutos y deja enfriar.

· En un bol grande, mezcla los quesos con el azúcar, hasta que adquiera una textura suave.

· Incorpora la harina junto con el sobre doble de gasificante “El Tigre” y continúa mezclando hasta que todos los ingredientes estén totalmente incorporados. Añade los huevos, de uno en uno, junto con la crema irlandesa Baileys.

· Remueve hasta incorporar bien todos los ingredientes y vierte en el molde y sobre la base de galletas. Hornea unos 45-50 minutos.

· Cuando veas que la mezcla está ligeramente suelta por el centro, será el momento de retirar del horno y colocar en una rejilla para que enfríe.

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¡Y ahora le toca el turno a la cobertura de chocolate!

· Pon a calentar un cazo y agrega el chocolate. Derretir a fuego lento hasta que esté bien diluido y sin grumos. A continuación agrega la crema de leche fría. Mezcla hasta unir en una masa espesa. Retira del fuego y, con la ayuda de una cuchara, vierte dos tercios por encima del pastel. Procura extenderlo bien para que la superficie quede lisa, y después reserva en el congelador unos 15 minutos, para que el chocolate se endurezca.

· A continuación, y cuando el chocolate empiece a endurecer, retira el pastel del frío y vierte el resto de la mezcla (previamente calentado de nuevo) por encima. Para que se vea brillante, deja primero enfriar a temperatura ambiente y seguidamente mételo en el frigorífico hasta que vayáis a comerlo.

Nota: Si lo prefieres, reserva el resto del chocolate hasta la hora del postre y viértelo en el último momento. Servirás una tarta de chocolate semi fría y muy esponjosa.

 

 

Este delicioso postre es originario de la ciudad de Toru?, hermosa ciudad medieval y donde nació Nicolás Copérnico.

Es algo parecido a un pan de jengibre, con muchos siglos de tradición porque su preparación data del siglo XIII. Es un producto que se vende o regala como souvenir y tiene infinidad de formas y presentaciones.

Es una receta un tanto laboriosa, sin embargo, el resultado merece la pena. Todos sus ingredientes son muy saludables y con la variedad de especias, le añades propiedades muy beneficiosas para el organismo. Además, como siempre le hemos añadido nuestro gasificante libre de alérgenos, convertirá nuestras galletas en un auténtico “manjar de dioses”.

¡Por cierto! Una de las variedades más populares, es la de chocolate… Ciertamente, “lo tienen todo”.

Los ingredientes son bastantes y además muy variados pero, sin duda no te arrepentirás…

Para la masa necesitaremos:

100 gramos de miel

120 gramos de mantequilla a temperatura ambiente.

130 gramos de azúcar en polvo

2 huevos enteros

350 gramos de harina de vaso de harina de trigo

2 sobres dobles de gasificante “El Tigre”

1 cucharada de Pan de Jengibre

1 cucharadita de cacao en polvo (opcional)

Seguro que te has preguntado ¿qué es el Pan de Jenjibre? Ahí va la solución…

 

Ingredientes para la elaboración del Pan de Jenjibre:

20 gramos de jengibre seco.

15 gramos de clavo.

15 gramos de pimienta negra.

10 gramos de nuez moscada.

50 gramos de corteza de canela.

20 gramos de semillas de cardamomo.

5 gramos de anís.

Es necesario moler todos los ingredientes en un molinillo o con un mortero.

Y ¡listo! Ya tenemos el Pan de Jenjibre preparado para añadir a la masa.

Y para los adornos:

Chocolate líquido.

Nueces.

Almendras en copos.

Coco.

¡Vamos con la preparación!

· Mezcla todos los ingredientes y amasa hasta que consigas una consistencia elástica.

Corta en trozos de unos 2 cm, y despliega la masa con un rodillo hasta conseguir un grosor de unos 3 mm.

Recorta en diferentes formas o, según los moldes que tengas (corazones, estrellas, redondas, etc…). Colócalas en una fuente de horno y sobre papel de hornear.

Precalienta el horno a 180º y hornea las pastas durante unos 10 minutos.

Transcurrido el tiempo, retira del horno y déjalas enfriar sobre una rejilla. Reserva.

Decora con chocolate derretido, con golosinas y con lo que queráis, todas están riquísimas…
– Verás como los peques de la casa se apuntan a la decoración, es la parte más divertida… –

 

original

El día 9 de noviembre se celebra el Día Internacional del Inventor, con intenciones tales como recordar a aquellas personas cuyos inventos cambiaron la vida de tantos y que se siguen utilizando hoy en día. Hay cierto consenso entre los historiadores a la hora de admitir que las primeras creaciones del ser humano fueron los utensilios para el procesado de comida o la caza. También hay cierto consenso a la hora de elegir los más relevantes de la época prehistórica: la ropa y la rueda.

En el mundo de los inventos aparecen personajes fascinantes e historias curiosas. Por ejemplo, la rivalidad de dos de los inventores más conocidos, Edison y Tesla, que llevó al estadounidense a electrocutar incluso a un elefante a principios del s.XX con tal de demostrar que la corriente alterna de Tesla era peligrosa.

Paradojas de la vida, los hay que han muerto «utilizando» su invento. Ese es el caso de Bogdanov, que descubrió las transfusiones de sangre y murió al realizarse una a sí mismo. También es conocido el caso de Marie Curie, fallecida por los efectos de la radiación.

Otra de las grandes ironías es el motivo por el que se desconoce quién inventó las famosas bocas de incendio tan comunes en las calles americanas, ya que las patentes fueron quemadas por un incendio.

En cualquier caso, lo que tienen en común todos los inventores es que son gente que trabajan por sacar adelante sus ideas. Este es otro de los motivos por los que el día 9 celebramos el Día del Inventor, para fomentar que las personas persigan sus propias ideas.

Este es el caso de Hedy Lamarr, una actriz que se convirtió en la primera mujer en protagonizar un desnudo y simular un orgasmo en la historia del cine. Pero además, fue una inventora que contribuyó en la primera versión del espectro ensanchado, que décadas después daría lugar a la tecnología WiFi y Bluetooth. No adquirió fama adicional o dinero por su invento, más allá de la fama obtenido por sus papeles en el cine, pero hoy en día sigue siendo un ejemplo de lo que un inventor debe ser; alguien que trata de hacer realidad una idea propia. La fecha de su nacimiento es el 9 de noviembre. Y no, no es una casualidad que se haya escogido ese día para representar a todos los inventores.

rebozado

¿Qué puede haber mejor que tomar unos buenos calamares a la romana en una terraza? Acompañados de una cerveza, vino o un refresco, es un clásico del verano.

Pero, en ocasiones, lo que apetece es disfrutar de una buena comida en casa y acompañado de familia o amigos. Ya sabes que, según nuestra opinión, donde mejor sabe todo es en casa de uno, ¿tú que opinas? Además, es un aperitivo que gusta a todos, pequeños y mayores.

Sin embargo, el rebozado no es tan fácil como parece. Seguro que alguna vez te has preguntado, ¿cómo harán para que queden tan esponjosos y tiernos?

Hoy utilizaremos dos de nuestros productos “El Tigre”, bicarbonato y un sobre doble de gasificante (uno con el bicarbonato sódico y el otro con el acidulante). Producto que al mezclarse con la parte líquida de la masa, forma unas burbujas de gas cumpliendo con su función de aportar esponjosidad a tus platos.

Vamos a ver en primer lugar los ingredientes y, a continuación seguiremos con la receta y sus trucos para que los tuyos sean ¡los mejores!

Ingredientes :

Calamares limpios (aproximadamente 1 kg, cortados en anillas de 1 cm. de grosor).

Un huevo (a temperatura ambiente).

Una cucharadita de bicarbonato “El Tigre”.

50 gramos de harina.

Una pizca de sal

1 sobre doble de gasificante “El Tigre”

Aceite de oliva virgen.

· Muy importante: El día anterior a la preparación, poner los calamares en un bol con una cucharadita de bicarbonato. Mezcla bien y reserva en el frigorífico mínimo 12 horas.

· Al día siguiente, lava bien los calamares y sécalos con papel absorbente.

· Y ahora, vamos a preparar la masa para el rebozado. (Esta masa, puedes prepararla y conservarla bien tapada en la nevera hasta 24 horas antes de freír los calamares).

· Separa la yema de la clara del huevo y reserva la yema. Añade un poco de sal a la clara y bate bien. Después incorpora la yema y el sobre doble de gasificante “El Tigre” y remueve hasta que queden todos los ingredientes bien integrados.

· A continuación, añade la harina poco a poco y sin dejar de remover. Cuando notes que la mezcla empieza a separarse de los bordes del recipiente, ¡ya está lista!

· Pon abundante aceite a calentar y fríe los calamares, previamente untados en la mezcla, y dejando espacio entre ellos para que no se peguen. Colócalos en papel absorbente, para que suelten toda la grasa.

· Es muy importante servirlos siempre recién hechos.

Un consejo: Si espolvoreas los calamares con harina antes de pasarlos por la masa del rebozado, evitarás que salpiquen al freírlos.

Puedes comerlos al plato, como tapa y ¡porqué no! también en bocadillo…

¡Date un capricho, te lo mereces!

Brazo de Gitano

¿Empezamos por explicar de dónde viene el nombre de este delicioso postre? Cuenta la leyenda que, desde principios del siglo XIX y hasta mediados del XX, pasaban por las pastelerías unos caldereros, en su mayoría de etnia gitana, ofreciendo sus servicios. Tras pagar los arreglos de calderas, peroles y ollas, los pasteleros les empezaron a regalar los recortes que sobraban de los pasteles del día. Los enrollaban en una plancha de bizcocho. “Cuando se marchaban con su cilindro de recortes apoyado en el brazo, los operarios del obrador comentaban: ‘Qué bien va el pastel en el brazo del gitano’. Se popularizó tanto, que se comenzaron a hacer expresamente y se quedaron con el nombre de brazo de gitano”, narra el presidente del Gremi de Pastisseria de Barcelona, Joan Turull i Estatuet.

De momento, lo que interesa es la realización, que admite muchos rellenos (incluso salados) y que sin duda a todos les encantará. Nosotros hoy vamos a prepararlo de chocolate y trufa, por supuesto con Gaseosas El Tigre.

En primer lugar, los ingredientes que necesitamos:

Para la masa:

6 huevos

100 gr. de azúcar

100 gr. de harina

1 sobre doble de gaseosa “El Tigre”.

1 pellizco de sal

1 cucharada de vainilla

Y para el relleno:

400 gr. de nata para montar

400 gr. de chocolate fondant

25 gr. de mantequilla

25 gr. de azúcar glass

Y ahora ya estamos preparados para preparar la masa y su relleno.

Para la masa

  • Separa las yemas de las claras y bate (las claras) con la vainilla, la mitad del azúcar y una pizca de sal hasta que estén a punto de nieve. Reserva.
  • A continuación, bate la yemas con el resto del azúcar hasta quedar espumoso.
  • Añade a la mezcla las claras, muy lentamente, para que no pierdan su punto.
  • Mezcla la harina con el sobre de gaseosa “El Tigre” y tamiza. Incorpórala a la mezcla y sigue removiendo hasta que estén todos los ingredientes bien integrados.
  • En una bandeja de horno, con papel y untado en aceite, extiende toda la masa y hornea durante 10 minutos a 180º, hasta que esté dorada.
  • Transcurrido el tiempo, sácala de horno y, con sumo cuidado, vuélcala sobre un paño de tela y separa el papel de hornear. Envuelve la masa junto con el paño y formando un rollo. Deja enfriar.

Para el relleno:

  • Pon un cazo con 300 ml de agua al fuego y cuando hierva añade el chocolate fondant.
  • Cuando esté fundido, añade la mantequilla y remueve bien. Conserva caliente, al baño Maria.
  • Monta la nata y añádele el azúcar glass hasta que esté completamente integrado.
  • A continuación, añade aproximadamente 150 gr. del chocolate fundido y mezcla bien. Ya tenemos la trufa preparada.
  • Desenrolla el bizcocho (debe estar frío) y vierte la trufa por encima, dejando libre un pequeño espacio al final, y procede a enrollarlo bien.
  • Pon el rollo relleno sobre una rejilla y cúbrelo con el resto del chocolate, por encima y por los lados.
  • Con una púa o un peine, puedes hacerle un dibujo como el de la foto, o incluso adornarlo con fideos de colores o lo que más os guste. Reserva en el frigorífico.

¿Has probado el Brazo de Gitano de chocolate? 2

Sírvelo con un poco de nata y te aseguro que tendrás que prepararlo en más ocasiones.

¡Les va a encantar!

 

ultramarinos

De la misma manera que hay productos de toda la vida, también quedan todavía algunos de esos locales que son el emblema de un barrio. Un par de meses atrás, nos metíamos en la despensa del más antiguo de España, que fue fruto del amor entre un francés y una señora oscense. También el amor está detrás de la historia de otra pequeña tienda de comestibles en la ciudad de Málaga.

Mari Carmen Rodríguez, además de mucha sensibilidad y un trato exquisito con la clientela, tenía un despacho de huevos de gran éxito en Málaga, en el Centro Histórico. Zoilo Montero era un joven sevillano que llegó a Málaga siendo un chiquillo de 14 años para empezar a repartir comestibles en bicicleta. Trabajaba en una pequeña tienda familiar en Málaga, en el Centro Histórico. Así se conocieron.

A mediados del siglo pasado, tras terminar el servicio militar, Zoilo aprovechó la oportunidad y se hizo con la tienda. “Vino uno que quería traspasarla y me dije, para eso me la quedo yo”. Así fue como Ultramarinos Álvarez, gestionado por diferentes familiares durante años y conocido como Florido antes de la guerra, pasó a llamarse Ultramarinos Zoilo, actual nombre del conocido negocio que da a la Iglesia de Santiago, donde fue bautizado Picasso.

ultramarinos zoilo color

Se trata de una de esas pequeñas tiendas de toda la vida en las que, en cuanto pones un pie dentro, no quieres salir. Es como si te hipnotizara el orden y la gran cantidad de productos expuestos. Allí dentro está todo “bien colocadito”, porque “toda la vida se ha hecho así y porque es lo que le gusta al público”. “Aunque yo lo que quiero es que compren, y no que les guste” confiesa Zoilo entre risas.

En este tipo de tiendas se cuida mucho el producto local, y en este caso, se le da mucha preferencia al producto de Málaga. Como el salchichón de Málaga, que es un salchichón blando. O las pasas, higos secos o borrachuelos, que tanto gustan a nuestro protagonista. Él sin embargo, recomienda el Chorizo de Ronda, “que es riquísimo”, y que se puede tomar tal como viene, asarlo un poco o echarlo a unas lentejas. “De todas formas está exquisito”.

 

-¡Seguro que sí Zoilo. Además, después de una comida copiosa, como estas que dices, siempre podemos tomar una gaseosilla El Tigre para quedar como nuevos! Ya sabéis, lo que no se arregla con gaseosilla el Tigre es mortal de necesidad.