Ya sabéis que nos encantan las rosquillas, los roscos, los rollitos o como queráis llamarlos. Nos gustan fritos y al horno, de cualquier manera nos resultan deliciosas y todas las recetas que caen en nuestras manos las probamos. Cada una tiene su variante y la verdad, es que es difícil identificar la más rica porque todas están deliciosas.
Esta receta nos gusta porque la puedes hacer sin tener báscula o medidor ya que las medidas van por cucharadas. Vamos allá, toma nota y ponte manos a la masa para tener este fin de semana un dulce deliciosos que ofrecer a todo aquel que pase por tu casa.

Ingredientes:
10 cucharadas de azúcar
5 cucharadas de aceite de girasol
4 cucharadas de aceite de oliva
1 sobre doble de gaseosa de repostería El Tigre
1 pizca de canela
2 huevos
ralladura de naranja
zumo de una naranja
harina (la que admita la masa, serán unos 350-400 gramos)
Elaboración:
Precalentamos el horno a 180ºC
Batimos los huevos y añadimos todos y cada uno de los ingredientes menos la harina. La gaseosa de repostería también. Mezclamos todo.
Cuando tengamos todo mezclado empezamos a añadir la harina, poco a poco. Vamos mezclando hasta obtener la textura que necesitamos. Tiene que ser una masa que no se pegue en las manos y que nos permita manipularla con las manos como si fuera plastilina.
Dejamos reposar con un paño húmedo durante media hora.
Preparamos la bandeja del horno con un papel vegetal y empezamos a coger trozos de masa. Primero hacemos una bola que iremos transformando en una especie de tubitos. Luego juntamos los extremos dandole la forma de rosco y dejamos sobre el papel vegetal.
Los colocaremos de forma que quede espacio entre ellos ya que luego en el horno crecerán y debemos evitar que se peguen.
Pintamos con huevo batido para que se queden con brillo, espolvoreamos con azúcar y metemos en el horno durante 20-25 minutos, hasta que estén dorados.
Dejamos enfriar y ¡LISTOS para comer!

