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La Coca Boba es un bizcocho tradicional de Alicante, suave, esponjoso y con un toque dulce que lo hace ideal para acompañar el café o disfrutarlo en la merienda. También conocida como Coca de Llanda o Coca María, este clásico de la repostería alicantina es un imprescindible en cualquier reunión familiar.

Ingredientes:

  • 4 huevos
  • 200 gramos de azúcar
  • 200 ml de leche
  • 200 ml de aceite de girasol o aceite de oliva suave (en algunas recetas alicantinas se usa oliva)
  • 250 gramos de harina
  • 2 sobres dobles de soda El Tigre
  • Ralladura de limón o naranja (la ralladura de cítricos es típica de la región)
  • Canela en polvo al gusto (opcional)

Instrucciones:

  1. Precalienta el horno a 180°C y prepara un molde rectangular (la clásica llanda) engrasándolo o cubriéndolo con papel de horno.
  2. Bate los huevos con el azúcar en un bol grande hasta que la mezcla esté esponjosa y haya aumentado su volumen.
  3. Añade la leche y el aceite a la mezcla, batiendo suavemente para integrarlos bien. Si usas aceite de oliva, le dará un sabor más característico.
  4. Incorpora la harina y la soda tamizadas, poco a poco, y mezcla con suavidad para evitar grumos. Agrega la ralladura de limón o naranja para darle ese toque típico de Alicante. Puedes añadir también una pizca de canela, muy común en la zona.
  5. Vierte la mezcla en el molde, nivela bien y espolvorea azúcar por encima. Hornea durante unos 30-35 minutos, o hasta que al insertar un palillo en el centro, este salga limpio.
  6. Deja enfriar antes de cortar y degustar.

Consejo de El Tigre:

En Alicante, este bizcocho es conocido por su sencillez y por lo bien que se conserva. Guárdalo en un recipiente hermético para disfrutarlo durante varios días con el mismo sabor y esponjosidad. ¡Un básico que nunca falla!

El bizcocho húmedo de calabacín es una deliciosa y creativa manera de aprovechar los abundantes calabacines de nuestra huerta, especialmente cuando empiezan a salir en pleno verano. Durante unas vacaciones en el pueblo, rodeados de la naturaleza y con acceso directo a ingredientes frescos, surgió la idea de transformar este versátil vegetal en un postre irresistible que no solo satisface el paladar, sino que también aporta nutrientes de manera ingeniosa.

Pensando en cómo hacer que los más pequeños de la casa disfruten de las verduras sin darse cuenta, decidimos incorporar el calabacín en un bizcocho. El resultado es un postre húmedo, esponjoso y lleno de sabor, donde el calabacín se camufla perfectamente, añadiendo humedad y un toque sutil que complementa maravillosamente los demás ingredientes.

Esta receta no solo es ideal para aquellos que buscan incluir más verduras en su dieta de manera apetecible, sino que también es una excelente forma de compartir momentos en familia, desde la recolección de los calabacines hasta el disfrute del bizcocho recién horneado. A continuación, te invitamos a descubrir cómo preparar este delicioso bizcocho húmedo de calabacín, perfecto para grandes y pequeños por igual.

Ingredientes necesarios para cocinar el bizcocho húmedo de calabacín:

  • 200 gramos de harina
  • Una pizca de sal
  • 2 sobres de soda El Tigre
  • 250 gramos de calabacín (sin pelar)
  • 180 gramos de azúcar moreno
  • Ralladura de un limón
  • 3 huevos
  • 125 gramos de yogurt natural
  • 100 gramos de aceite de oliva

Elaboración del bizcocho húmedo de calabacín:

  1. Precalentamos el horno a 180ºC
  2. Batimos el azúcar junto con los huevos, añadimos ña ralladura de limón, la sal, el aceite y el yogurt y batimos.
  3. Añadimos los dos sobres de gasificante y mezclamos
  4. Añadimos la harina y mezclamos con ayuda de una espátula
  5. Añadimos el calabacín cortado en dados de un centímetro aproximadamente
  6. Vertemos en el molde y llevamos al horno a 180ºC durante 50 minutos.

Nos llega una receta de la comunidad, nuestra amiga Olga nos la hace llegar y tienen una pinta buenísima. Como sabemos que os encanta tener todo bien anotado, aquí os dejamos la receta. Si probáis, nos encantará ver vuestros resultados. Como curiosidad os diremos que las almendras han sido molidas a mano con una herramienta antigua que ha ido pasando de generación en generación.

Ingredientes:

150 gr de azúcar

200 gr de almendra molida con piel

3 cucharadas soperas de harina

8 huevos

3 gaseosas El Tigre

Ralladura de limón

Elaboración:

Precalentamos el horno a 180 ºC.

Batimos las claras a punto de nieve. Echamos el azúcar y después las yemas. Batimos.

Añadimos la almendra, tres cucharadas de harina y por último la ralladura de limón y las sodas (disolver primero el sobre blanco y después el papel azul y remover bien). Aquí removemos a mano para que se note bien la almendra.

Embadurnamos un molde con mantequilla y vertemos la mezcla.

Introducimos en el horno durante 45 minutos.

 

Recomendación: Preparar un glasé o merengue para echar por encima.

 

receta

Hace poco, gozamos del privilegio de salir en una receta de Miriam en el principal espacio de referencia en lo que a repostería se refiere a nivel nacional. María Lunarillos nace en el año 2009 en forma de blog de recetas, de la mano de María, jiennensa de nacimiento pero tinerfeña de adopción, y a la que pocas cosas le gustan más que encender el horno cuando viene lluvia.

En 2012 se suma al proyecto Eduardo, y juntos ponen en marcha la tienda online, un proyecto muy ilusionante que en muy poco tiempo pasa de ser un mero hobby a convertirse en una profesión.

Hoy, muchas personas contribuyen a darle forma. Entre ellas se encuentra Miriam, traductora y química durante más de 15 años, que además es una gran aficionada a la cocina en general, y a la repostería en particular. Miriam comenta que esta afición le viene de familia, como a tantos otros. En su caso es por parte de madre y de abuela paterna. Esta misma afición es la que le aporta la ilusión para mantener su propio blog (El invitado de invierno). Incluso ha impartido algún que otro curso de cocina en la escuela de Madrid «La Cocina de Babette«.

La semana pasada Miriam nos obsequió con la  tradicional receta de bizcocho cuatro cuartos de chocolate, que recibe el nombre por su composición; un cuarto de huevos, un cuarto de harina, un cuarto de azúcar y un cuarto de mantequilla. Luego también lleva nuestras gaseosillas El Tigre para impulsar y algún que otro aroma. Además este también lleva una parte de chocolate, como su nombre indica.

 No os perdáis la receta completa, tiene un pinta espectacular.

receta-cuatro-cuartos-chocolate-5

Al final de la receta, podéis encontrar una breve descripción de las diferencias entre las gaseosillas y la levadura química. Así lo cuenta Miriam:

Todos los impulsores químicos o levaduras de repostería se componen de un ácido (o varios) y un álcali (o varios). Al juntarse en una masa con un líquido se produce una reacción entre ellos que desprende CO2, el gas que esponja los dulces.

Las gaseosas, como las de la marca Tigre, son el ejemplo más sencillo de impulsor: en uno de los sobres viene el ácido (ácido cítrico) y en el otro viene el álcali (bicarbonato sódico). Al igual que cuando ponemos bicarbonato en un dulce con otro ingrediente ácido, el efecto es inmediato y la masa normalmente no se debe dejar reposar porque corremos el riesgo de perder el efecto.

La levadura química tiene una composición algo más compleja, pues lleva un conjunto de ácido y álcali de efecto inmediato, al disolverse, pero también otros ácidos y álcalis que solamente se activan con el calor, al meter la masa en el horno. Además llevan otros compuestos para que los ingredientes activos no se humedezcan y pierdan su fuerza, etc.

En resumen, las gaseosas tienen un efecto inmediato y rápido en frío, mientras que la levadura química precisa del calor del horno para ejercer todo su efecto.

bizcocho

Si hay una receta que para un fanático repostero nunca pasa de moda, es la del bizcocho clásico de yogur; ese bizcocho tierno y esponjoso que no necesita más ingredientes que los de la receta tradicional, la de toda la vida. Y de eso precisamente, de sabores de toda la vida, El Tigre sabe, y mucho.

Y no importa eres principiante o si estás pensando en tirar la toalla en el mundo “bizcochil” porque no encontrarás otra receta más sencilla que esta. ¿Te animas?

Vamos con los ingredientes:

– 1 yogur natural o de limón.

– 1 medida del vaso del yogur de aceite de girasol o de oliva muy suave.

– 2 medidas de azúcar.

– 3 medidas de harina de trigo.

– 3 huevos.

– 3 sobres dobles de soda El Tigre.

– Ralladura de limón.

– Mantequilla (para engrasar el molde).

Y ahora sí, con todos los ingredientes listos y pesados con exactitud (la pastelería es una ciencia exacta, amigo, olvida el “a ojo” como medida válida), ¡vamos con el paso a paso!

  1. Precalienta el horno a 180º arriba y abajo.
  1. En un bol grande bate con unas varillas eléctricas los tres huevos y el azúcar. Después, añade poco a poco el aceite y el yogur y mezcla hasta que estén todos los ingredientes bien integrados.
  1. Incorpora la harina y los sobres de soda El Tigre tamizados (la mayoría de los mortales lo hacemos con un colador, tranquilo) y sigue mezclando hasta conseguir una masa de textura fina.
  1. Añade la ralladura de limón. En este paso, también puedes echar aroma de vainilla o canela en polvo y quedará delicioso.
  1. Engrasa un molde untándolo con mantequilla. Vierte la mezcla y hornea durante unos 35 minutos a 180º. Pero ya sabes, cada horno es un mundo.
  1. Comprueba que el bizcocho está hecho pinchando un palillo en el centro. Si sale limpio, ya está listo. Si no, hornea unos minutos más y repite la prueba; el palillo no engaña.
  1. Una vez horneado, déjalo templar dentro del molde, sin dejar que se enfríe del todo. ¡Y listo para hincarle el diente! Un bizcocho casero que nunca debe faltar en tu casas.

Y para rematar la elaboración, desde El Tigre te damos tres trucos rápidos para que tu bizcocho no sufra torturas ni se convierta en una especie de mazacote incomible:

– No se te ocurra abrir el horno, al menos durante las 2/3 partes del tiempo de cocción.

– Utiliza harina de trigo común, nunca esas mezclas que añaden impulsor químico. Solo harina y El Tigre, por su lado, hará el resto 😉

– Si al incorporar los huevos, separas las claras de las yemas, la esponjosidad de tu bizcocho se triplicará. Da más trabajo, sí, pero tus invitados te lo agradecerán.

¡Que aproveche! 😉